Formador. Experto en Innovacion en personas y Liderazgo de equipos. .

jueves, 9 de octubre de 2014

Sobre habitos tóxicos y otros comportamientos.



Hay veces que uno no sabe si el escuchar experiencias "actuales" en gestión de personas ( el genérico Recursos Humanos) , es una actitud desde donde aprender,o mas bien "desaprender" de las mismas.Esta reflexion, sin ánimo de superioridad intelectual , se produce a menudo cuando escuchas y conoces las prácticas habituales en las organizaciones de nuestro entorno.

Una larga experiencia profesional me ha enseñado a observar con cautela los discursos, afinar en la lectura de los comportamientos personales, comprender la cultura corporativa y por ultimo traducirlo todo a " coherencia interna ". Puede ser un hábito saludable o no, pero desde luego, sí es cierto que provoca a veces reacciones encontradas entre la expectativa generada y la respuesta encontrada. Esta larga disquisición ( perdonadme por ella) obedece a una realidad ultima y cercana, que encontré en un simposio reciente celebrado aquí.Una de las experiencias de éxito que se mencionaban radicaba en el compromiso de los empleados,que se sentían felices de su lugar de trabajo, y además hacían gala de ello con gran humor.
En efecto , la experiencia " apriori" era digna de mención y así llamo mi atención, no obstante la pregunta surgía de modo recurrente : Compromiso y felicidad del trabajador,,¿deben de ir de la mano?. 

Tenia una respuesta muy reciente que la cito integra . Alguna de las afirmaciones puede sonar politicamente "no correcta", de todas formas el origen de las mismas nos debe dar que pensar.    
 
Cementerio de Belsue ( Huesca)
 “Toxic Talent Management Habits” (Hábitos tóxicos en la Gestión del Talento) de Tomás Chamorro-Premuzic, profesor del University College de Londres, publicado por Harvard Business Review y distribuido por The New York Times. Se trata de hábitos dañinos que afectan la eficiencia y productividad de una organización.
Los hábitos tóxicos son:
1. Las fantasías sobre la Cultura Corporativa. En general, una cosa (sobre la Cultura, “el modo en que se hacen las cosas”) es lo que piensa la Alta Dirección y otra lo que piensan los empleados de a pie. “Vistas desde la base, las organizaciones no parecen tan grandiosas”. Transformar una Cultura Corporativa (acercar la actual a la idónea, más allá de la deseada) es una labor que requiere de escuchar muy bien a todos los profesionales de la organización y actuar en consecuencia.
2. Confundir el compromiso del empleado con su felicidad. “Aunque el compromiso del empleado merece toda la atención del mundo, este concepto ha sido mancillado por la industria de la autoayuda”. Efectivamente, hay profesionales comprometidos infelices y profesionales felices poco comprometidos. Y ambas cosas son muy importantes. El Compromiso es energía (física, mental, emocional y espiritual) y se obtiene mediante proyecto, autonomía y responsabilidad, aprendizaje (maestría), los grandes motivadores internos. Y no confundir sentirnos felices con estar comprometidos (implicados, “enganchados”).
3. Ignorar el efecto dañino de la “política” en la empresa. Todas las compañías son organizaciones políticas y por ello en muchas ocasiones los intereses a las que sirven no son los más nobles.
4. Malinterpretar el Liderazgo. “Existe una gran diferencia entre lo que las organizaciones dicen respecto al Liderazgo y lo que deberían hacer”. “Los líderes carismáticos suelen ser tan narcisistas que anteponen sus intereses por encima de los de sus equipos y de la organización”. Hoy en día, el Liderazgo (inspirador, integrador, intuitivo e imaginativo, según nos ha enseñado Silvia Damiano) debe ser Liderazgo de servicio, no maquiavélico.


5. Confiar en la Intuición en lugar de en la información. Para el autor del artículo, éste es el más perjudicial. “¿Cómo puede uno gestionar adecuadamente el talento sin saber qué talento tienen realmente sus empleados?”. La ignorancia es muy atrevida, y todos (en especial los directivos) creen saber quién tiene o no talento. “Permitir que la (supuesta) intuición prolifere sin medición ni chequeo provoca que los prejuicios de todo tipo florezcan en tanto que el verdadero talento se menoscaba”.

Disonancias culturales, confundir compromiso con “happiness”, ignorar el efecto dañino de la política en la empresa, malinterpretar el liderazgo y seleccionar (y fidelizar/desarrollar) poco rigurosamente el talento. Cinco hábitos tóxicos, muy dañinos. 
 ( Recogido de JLuis Cubeiro " hablemos de talento")

lugares proximos a la infancia, Oñati.


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