Formador. Experto en Innovacion en personas y Liderazgo de equipos. .

lunes, 19 de octubre de 2015

¿CONOCEMOS NUESTRAS LIMITACIONES ...?

Releía a Txema Buceta, antiguo profesor mío en la Facultad de psicología de Madrid.

Siempre muy cercano a lo" conductual" y con gran énfasis en la psicología del deporte, practica un estilo de "coaching" que busca siempre incidir sobre acciones (por pequeñas que sean ) y conseguir un resultado inmediato en la persona con quien trabaja.
Poniendo como ejemplo el caso de un conocido deportista del motor, y analizando el "porque " de sus fracasos, establecía un paralelismo entre su caso y un habito bastante extendido en nuestro tiempo,
el de buscar la culpa fuera de nosotros, y no tratar de localizar el origén de nuestros fracasos allí donde se producen.

Existe un concepto muy interesante, el de " locus de control" que básicamente, explica nuestra capacidad  ( o incapacidad) de colocar la responsabilidad de nuestras acciones allí donde surgen,uniéndolo al hecho de que seamos capaces de asumir las mismas. Aprendiendo de ellas, podemos construir un imagen mas acertada de nosotros mismos, construyendo una " auto estima" más o menos elevada. Así un elevado locus de control se considera un factor determinante en un nivel de autoestima adecuado y próximo a la realidad del sujeto.
Veamos que explica el profesor Buceta :


"La falta de autocrítica y, como consecuencia de esta, de capacidad para crecer centrándonos en lo que depende de nosotros, no es exclusiva de ejemplos como este, sino que en algún momento está presente en la mayoría de las personas. Nos quejamos de lo externo y nos lamentamos de las adversidades que no podemos controlar, en lugar de analizar de frente lo bueno y lo malo que hacemos y, a partir de ahí, diseñar una estrategia en la que podamos incidir. Evidentemente, existen causas ajenas que no se deben ignorar, y estas pueden tener mucho más peso sobre los resultados que nuestro propio comportamiento, algo que hay que aceptar, pero la única forma de tener alguna probabilidad de superar la adversidad es dedicando nuestra atención y esfuerzo a lo que podemos hacer."

El problema, muchas veces, es que nos aferramos a lo más fácil: “la culpa es de otros; no puedo hacer nada”, en lugar de enfrentarnos a una autocrítica constructiva y buscar soluciones que dependan de nosotros. En muchos casos, lo que no podemos controlar eclipsa y nos impide ver lo que podríamos hacer, y la emoción negativa que se desprende de eso favorece la comodidad de los balones fuera y paraliza la búsqueda incómoda de opciones que no son las que en principio más nos gustan. Nos gustaría que las cosas fueran de una determinada manera, pero no lo son; y el sobreesfuerzo de buscar remedios que aparentemente no alcanzan ese listón resulta costoso. Lo más sencillo es asumir que no se puede hacer nada y punto; y si existe una justificación con peso, ¡miel sobre hojuelas! 

.Pd. más relativo al termino "locus de control"
Se trata de un factor incluido dentro de los estilos atribucionales, y es una variable dicotómica: la persona puede percibir determinados éxitos o fracasos como resultado de factores internos, como son el esfuerzo personal, la valía, las propias habilidades o la inteligencia, etc., o externos, como la elevada dificultad de la tarea, el azar, la acción de otras personas, etc. Esto está relacionado con el grado de control que percibe sobre los acontecimientos, si puede cambiarlos o no, y por supuesto, incide sobre la autoimagen en términos de autocompetencia, y por tanto, influye en la autoestima.

























lunes, 5 de octubre de 2015

demotivando,moviendo montañas: CEREBROS desde la NEUROCIENCIA

demotivando,moviendo montañas: CEREBROS desde la NEUROCIENCIA: UNA vez más mi capacidad de asombro ante todo lo "que no se" , e ignoro, aumenta sin cesar. Reconozco que desde la Neurociencia l...

CEREBROS desde la NEUROCIENCIA

UNA vez más mi capacidad de asombro ante todo lo "que no se" , e ignoro, aumenta sin cesar.
Reconozco que desde la Neurociencia los avances que se realizan son de un alcance enorme, demostrando y relativizando muchos de nuestros juicios " maestros". y de la realidad que subyace bajo ellos.
El hecho fundamental radica en que nuestra percepción de la realidad es tan solo una, y que no podemos asegurar que lo que entendemos como "realidad exterior" vaya más allá de nuestro dominio del observador. En palabras del filosofo/ biólogo Humberto Maturana , del " tipo de observador que yo soy ", condicionado por mi propia biología y sus limites propios.
Así, cuestiones como la toma de decisiones , el hecho de que no apliquemos la lógica racional tan solo  en un pequeño porcentaje de situaciones, el poder de la intuición, todo ello en un universo "coloreado" por el poder de las emociones ; todo  se ve ahora con otra perspectiva a la luz de la Neuro ciencia y de su Cognición. De hecho, creo firmemente  que deberemos  modificar muchos de nuestros esquemas mentales , de los "mapas " que manejamos, a la luz de esta nueva ciencia.
Contemplado  bajo  la lectura de un post de JC Cubeiro, que una vez más demuestra su infinita capacidad de adaptación al nuevo entorno....
Porqué ¿ cuantos cerebros tenemos?,,,,,

¿"la realidad una, inmutable "  ?
 
Les he preguntado a los participantes cuántos cerebros tenemos. La respuesta obvia parece ser “uno”. Sin embargo, tenemos cinco. Tres en la cabeza (cerebro propiamente dicho), uno en el corazón y el quinto en el estómago, que posee más terminaciones nerviosas que los de “toda la vida”.
Más concretamente, me he referido al “cerebro tri-uno” (Paul McLean): el reptiliano o instintivo, el límbico o emocional, el neocórtex o racional. Los tres son producto de la evolución.  
Después me he basado en ‘La biología de la toma de riesgos. Cómo nuestro cuerpo ayuda a afrontar el peligro en el deporte, la guerra y los mercados financieros’, de John Coates. Como sabes, Coates trabajó en Goldman Sachs y el Deutsche Bank para después ir a estudiar Neurociencia en Cambridge. Del libro he hablado en este blog. Podemos leer en él: “El objetivo principal de este libro es destruir definitivamente, sobre la base de las neurociencias, la concepción racionalista según la cual el ser humano toma decisiones mediante el uso exclusivo de una razón completamente separada del cuerpo”. 
Su título original es ‘La hora entre el perro y el lobo’. Comienza el texto citando a Jean Genet en Un prisionero del amor: en el anochecer, “es indistinguible el perro del lobo”. Porque “emociones y reacciones biológicas de gran intensidad pueden desatarse a partir de la toma de riesgos financieros”. “Nuestro cuerpo, en espera de acción, pone en marcha una red de emergencia de circuitos fisiológicos, cuyo resultado es la irrupción de una actividad eléctrica y química que retroalimenta el cerebro y afecta a su manera de pensar”.
“Una de las regiones cerebrales responsables de este sistema de alerta temprana es el locus coeruleus, así llamado por el color cerúleo, o sea azul profundo, de sus células. Situado en el tronco encefálico, la parte más primitiva del cerebro, sobre la columna vertebral, el locus coeruleus responde a la novedad y promueve un estado de excitación”. El de l@s deportistas ante una competición o el de los brokers en su actividad. “El metabolismo se dispara, listo para liberar las reservas de energía existentes en el hígado, los músculos y las células cuando la situación lo exija. La respiración se acelera, inyectando más oxígeno, y lo mismo ocurre con el ritmo cardíaco” (…) “A medida que la clara posibilidad de ganancias se perfila en su imaginación, se siente una inequívoca oleada de energía en forma de hormonas esteroides que comienzan a cargar los grandes motores de su organismo”. Coates nos recuerda que los esteroides son sustancias químicas poderosas y peligrosas, “razón por la cual su uso está regulado por la ley, la profesión médica, el Comité Olímpico 
"Biologia de la toma de riesgos "







jueves, 1 de octubre de 2015

Sobre " RAZONES DE INTERVENCION" en las Organizaciones

BUENA reflexión referente a un tema que nos preocupa sobre manera a todos aquellos que tratamos y aspiramos a modificar en algo ( o en parte) los comportamientos de una organización. Una vez que somos contratados para ello, ardua tarea, el dilema es no menos complejo :
Una pregunta que nos acompaña siempre, cuando menos así la comparto, es la referente al impacto de nuestra presencia allí :

¿Tendrá mi actuación algún valor real ? , cuantificable, que el Cliente entienda como valioso y digno de ser respetado y recuperado . ¿Deseará y valorará lo REALIZADO en su organización ?.

Recientemente un cliente satisfecho con lo conseguido, en tanto que le había proporcionado " puntos de vista distintos"me confesaba -no obstante- su temor a dar un paso más  allá. Esta duda acerca del valor que proporcionamos es algo que solo puede ser recuperado con un " feed back" honesto por parte de quien haya trabajado con nosotros. Al igual que en el proceso de " coaching", cuando formulamos la pregunta de" ¿ que te llevas de aquí?"', esperamos recibir una respuesta sincera que se materializa en el " si , repetiré ".
Veamos esta reflexión de David Criado acerca de los dos elementos que están en la razón del servicio que presta con su trabajo :

"una mirada distinta de la realidad , poderosa ."



         "  El primero de ellos consiste en ayudar a personas y equipos mediante técnicas y modelos de conducta saludables a sanear sus relaciones humanas. Es una necesidad común a todas las personas y encuentro un estado de inconsciente colectivo muy avanzado cada vez que inicio algún acompañamiento.
            Suele estar siempre asociado por un lado a una falta de dedicación de tiempo y recursos al cultivo de espacios de comprensión mutua y entendimiento; y por otro a una carencia formativa y una falta de interés evidente en el ciclo de aprendizaje de las personas a lo largo de su vida (sistema educativo escolar, superior y trabajo).
            Significa esto que la formación en inteligencia emocional, relacional o humana sigue viéndose reiteradamente aplastada por el criterio economicista de nuestros sistemas de desarrollo, 
relación y aprendizaje (escuela, ocio y empleo). Formar a los equipos en la importancia y el enorme poder de la comunicación y el fomento de relaciones humanas, es por tanto obligado en casi todas las intervenciones.
             
            El segundo de ellos consiste en hacer que encuentren el verdadero sentido de las acciones que planean y ejecutan (la razón última). He comprobado en estos años cómo el desequilibrio, la disonancia y el ruido ocupan un alto porcentaje del tiempo y el cerebro de muchas personas. Esto les impide fijar y ser fieles a un objetivo e incide drásticamente en su productividad y en la obtención de resultados.
            La falta de consciencia y el automatismo son tónica general en el funcionamiento y la realidad diaria de mis clientes. Asociados a estos indicios, hallo además pérdida de confianza en el mensaje y un regusto común a desengaño. La mayoría de clientes con los que empiezo a trabajar no creen en que el esfuerzo que van a realizar conmigo les lleve a ningún sitio.
Al comienzo de las intervenciones, muchos incluso me dicen abiertamente que no creen o no respetan mi labor ni mi trabajo; y los menos me dicen que agradecen mi presencia. Al término de las intervenciones con todos ellos -tanto los crédulos como los incrédulos- su media de satisfacción es actualmente de 9,32 sobre 10. Este dato ha reforzado mi creencia de que la mayor parte de personas con las que trabajo quieren realmente mejorar su situación si bien equivocan desastrosamente su camino."


Encontrar sentido a las acciones que se ejecutan,no siempre fácil